Hoy el Tío Gordo les trae un hermoso cuento sobre un duendecito muuuuuy pero muuuy hijo de puta al que le gustaba cagarle la vida a los demás.
Erase una vez, hace muuuucho tiempo (como un añito, mas o menos), un duendecito que vivia en el país de Cagonia, en la hermosa provincia de Notengohuevos, decidió hacer valer toda su malicia y cagar a la duenda, su señora, con otra mina.
Eso no era nada... también tenía duendecillos, pero por supuesto no sólo le importaron tres carajos cada uno sino que, además, los usaba como excusa ante la minita para no tener que separarse de la duenda. Se cagaba hasta en sus propios hijos. ¡¡Si, chicos; cuando un duende es hijo de puta, es hijo de puta de verdad!!
Luego de un tiempo de perfeccionar mentirillas y mentirotas de duende (como "a mi mujer no la quiero", "No me separo por mis hijos", "vos sos realmente la mujer que amo", y toda clase de falsedades parecidas) para decírselas, dia tras dia a la minita que se levantó (y así cogérsela como a una putita cualquiera y que ella pensara que de verdad le importaba) pasó algo rebuenísimo!
Resulta que el Oso Caprichoso, un gran y verdadero amigo de la minita forreada, apareció un día a saludar y vió todo eso que pasaba.
El Oso Caprichoso, mirando de afuera, se daba cuenta de que si el Duende Hijo de Puta realmente la quisiera, habría dejado a su mujer, yendo de frente como hacen los hombres; le hubiera pedido el divorcio y listo. O por lo menos hubiera tenido los huevos necesarios para decirle a la esposa que tenía otra persona.
Pero como la pobre minita era, para el Duende Hijo de Puta, sólo una putita para garcharse a escondidas de su mujer y nada más, no pedía divorcio ni nada; ni siquiera iba de frente.
O sea, niños queridos del Tío Gordo, que ..... ¡¡El Duende Hijo de Puta no era ni siquiera un poquito hombre!!!
Como el Oso Caprichoso quería mucho a su amiga y sólo deseaba que fuera feliz, y ella parecía no darse cuenta de toda la verdad de la milanesa, un día fué al país de Cagonia y, en la misma intendencia de Notengohuevos, cruzó unas palabras con el Duende Hijo de puta!
Soltaron tanto veneno los dos que el Oso Caprichoso se envenenó y no pudo dormir nunca más; y como el veneno del Duende Hijo de Puta era mucho mas venenoso y corrosivo y cagador y letal, él mismo se ahogó y se murió retorcido.
Pero.... saben, chicos, lo que les pasa a los duendes Hijos de Puta cuando se mueren? Se convierten en personas!!! Y eso mismo le pasó a este duende hijo de un camión con acoplado lleno de putas, se transformó en un ser humano.
Hoy, trabaja en cierto shopping, como encargado de cierto local de comidas, tiene la edad de cristo y sigue siendo un forro. Y por supuesto, sigue siendo un hijo de puta, sigue cagando a su mujer y poniendo a sus hijos de excusa cuando en realidad le interesan una mierda, y, sí, se sigue cogiendo con miles de mentiras a la pobre minita, que se cree muy querida por ese tipo pero en realidad la está cagando de arriba de un poste de alumbrado.
Y desde lejos, el Oso Caprichoso, se entristece porque la minita no se da cuenta de que es él quien de verdad la quiere mucho y le desea solo felicidad, que hay miles de duendes por ahí que no son hijos de puta.
Todavía hoy, cuenta la leyenda que cuando un cliente de aquél local de ese shopping le dice:
"Quiero una pizza de Adulterio grande, con dos pibes chicos, aceitunas y una minita que no te interesa para nada más que para cogértela ilusionándola con algo que nunca le vas a dar",
del interior del tipo este sale un blancor que enllena de palidez su rostro y de cagazo sus patas porque, por supuesto, sigue sin ser un hombre.
Fin.
Vieron que lindo cuentito, chicos? Proximamente el Tio Gordo pondrá un pasacalles, aprovechando las fiestas, que cruzará de punta a punta el patio de comidas del shopping de la estación de subte esa que cantaba Luca, y que dirá "Gracias, forrito, por hacer mierda a (nombre de mi amiga) y a nosotros. Te quieren, tu esposa e hijos."
Para cuando se den cuenta y lo saquen, ya habrá cumplido su cometido (es sabido que nadie lee los pasacalles a menos que esté muy al pedo mirando para arriba), cosa que cuando pase seguramente incitará a las más variadas preguntas a este Hijo de Puta.
Ahhhh!!!!!!!!!!! (si, insisto mas de la cuenta)
Como tarea para el hogar, pueden recorrer todos los locales de comida ese shopping de capital preguntando si venden pizza hecha por encargados casados y con pibes que cagan vidas ajenas sin importarles un soto.
Atte. El Gordo
Catarsis non sancta est
(NOTA: Pese al comentario del señor Caido el Catre, a quien le gustó este post, y de Eric draven, quien me pidió lo dejase como estaba, he cambiado cierta parte de esta historia para evitar que un día alguien que busque duendes en google diga "che, pero este no es tu marido?" y se arme flor de quilombo. Nada me interesa menos que armar ciertos quilombos, ciertas personas deben golpearse solas para darse cuenta de lo que es el dolor. Además, ya me descargué, ahora puedo apagar el ventilador tiracaca.)
Tío querido! qué alegría encontrar otro sucucho del amor! Ayer encontré uno de casualidad y hoy vi tu comentario en las efemérides. Ando con un culo a toda prueba.
Me quedo leyendo un rato y comentando...
Muy bueno el blog, además compartimos los mismos gustos literarios! (que mi libro de cabecera sea la obra de Héctor Messina me salva de que interpretes esto como una apurada mal).