Por el río paraná
venía Julio De Vido
y en su suspiro decía:
Tragate esta falta envido!
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Holap.
El fin de semana tocó Vicenta.
Efetivamente, en un marco de espectacularidat, con el soporte de la Murga "Metéle que son pasteles" y de Motoneta Pluscuamperfecta, una banda recomendable por sus sentidas chacareras, tocó el inefable Vicenta para regocijo de la muchachada popular toda que se reunió en la casa de Eugenio Gorkin para escuchar al ídolo popular, que fue presentado por la inefable Tota Santillana del alumno bonaerense. Un grande, loco.
Allí acudí raudamente con la compañía de mi chica, pasamos realmente un rato memorable disfrutando de una señora pelada que danzaba al compás del bongó, unos muy peculiares globos, la colorida algarabía de los niños concurrentes y de la presencia de los muchachos de sexo definido pero género cambiado que pasaban por allí.
Todo muy bonito, tanto que a Vicenta se le ocurrió ofrecer función de trasnoche y la cosa terminó bien arriba a eso de las 12 menos cuarto; lo cual no sería un problema si no fuera porque estaba en el predicamento de tener que regresar Monte Grande y, como todos saben, la casa de Gorkin queda en Castelar, allí donde crecen los castelos y los castells (auque no estoy seguro, quizás era en Haedo, donde crecen las Haydeés).
Luego de rempujar gente y de mostrarle el sentido de retribución kármica a una vieja que, a pesar de colarse, jamás pudo sentarse, aquél coleptivo blanco nos llevó hacia los pagos de mi dama, a quien escolté en estado zómbido hacia su casa.
Ah, lectores, todo esto ha sido un mero preámbulo para lo que viene, algo que me sucedió y que no creo que le ocurra a mucha gente: me quedé jugando al truco, en medio de la calle, un lunes desde las 2 hasta las 4 y media de la mañana con un completo extraño.
Paso a relatar.
Llego a la parada de colectivo, y me quedo allí lleno de esperanzas de encontrar aunque sea al último de estos, y que me llevara a mi rancherío. Luego de 5 minutos de espera (a todo esto eran 1 y cuarto de la mañana), oigo una joven voz que me pregunta:
- "Disculpame, ¿esperás este colectivo?"-"Si"
-"No sabés a que hora pasa el primero?"
-"Qué, ya pasó el último?"
-"Si, pasa como 11 y media."
El jovenzuelo, de aspecto pujante y peronista, le preguntó algo a un florista y se metió en un bar/cafet de donde lo echaron unos 40 minutos después porque iban a cerrar.A todo esto, sho ya había tomado lugar en un banco que convenientemente estaba ubicado al lado de la parada de coleptivo.Luego del lapso predicho, se acerca el mismo muchacho y se sienta en un banco análogo. Le tuve que preguntar:
-"Averiguaste a que hora sale el primero?"
-"Si. Cuatro y pico."
-"Que bajón!" Dije, usando el lenguaje que usan los chicos con punch de hoy.
Yo no sé por qué el destino me eligió para estas cosas, pero sospecho que soy una especie de clown porque siempre me suceden las cosas más graciosas y bizarras: cinco minutos después el joven me dijo:
-"Disculpá...... Jugás al truco?"
La idea de que alguien me ofreciera un juego a las 2 de la matina en un lugar tan lejano a mi casa me causó mucha risa, que pude contener. Aún no sé que me impulsó a responder:
- "Tenés baraja?"
-"No, pero ya consigo en un kiosco"
Dicho lo cual se alejó al trote. Volvió a los 20 minutos con un aire de felicidad y un mazo de naipes en la mano, triunfante.
-"Que tal, Damián me llamo."
-"Hola, que tal. Pablo."
(apretón de manos)
-"Jugamos con o sin?"
De ahí hasta las 4 y media jugando al truco.
A eso de las tres, le suena el celular al joven y responde: "Sí, en un par de horas voy. Sí, sí. No, todavía estoy acá en Ramos; estoy en la calle jugando al truco con un tipo. Sí, en un par de horas voy a casa."
Que linda experiencia, gratificante y espiritual como pocas.
Subimos al primer colectivo, yo me dormí y cuando al fin desperté y me bajé, nos dimos la mano diciendo "un placer. A ver cuando jugamos la revancha."
Y así se fé. Desde ese entonces los gauchos de la pampa siempre llevan, bajo el poncho, un mazo de 40 españolas y muchas ganas de hacer nuevos amiguitos.
Hasta pronto. Mientras tanto, sigan practicando que un día jugaremos de a 4.
Saludos,
El Gordo.
PD.: Ah, si. Quedamos 2 partidos iguales, y al momento de iniciar el bueno llegó ese bondi. Y sí, me fui a la mierda con la extensión del post. Y? Que pasa, loco?
