Ante la insistencia de la gente común en decirme que perdí el juicio, inmediatamente me puse a autopreguntarme si era posible tal cosa en mí, sobre todo porque increíblemente no tengo causas con la justicia.
Pese a esto, me dispuse a rastrear en mi vida el momento esato en que, según dicen, perdí el juicio. Pensé que las dos cosas emparentadas con juicios son los procesos legales y las muelas, así que fuí a consultar a un especialista en ambas materias: derecho procesal y derecho dental.
Así fué que caí en el consultorio del doctor Ricardo, verdadero paladín de la justicia en la lucha contra viejas y caries, y aprovechando la visita le pedí unas palabras para el GordenBlog.
Aquí un estrapto de dichas palabrejas:
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Gordo: Hola, Doctor! Como anda?
Ricardo: keacé, pibe. Disculpá que tardé en abrirte la peta, pero justo estaba en el fondo podando la parra.
G: No hay problema, Doctor! Cuentemé, que es de su vida?
R: Primero que todo, no hace falta tanto respeto. No me digas Doctor. Decime nomás Ricardo, o llamame por mi apodo: "conchita".
G: Mmmm... Ricardo será, entonces. Ricardo, es conocida su labor en pos de la justicia. Sin embargo, sus detractores dicen que su trabajo es más que ambiguo.
R: Mirá, pibe, de tractores no sé nada, pero hay gente que dice que mi trabajo es una perpetua contradipsión. Se basan en que yo como dentista tapo abujeros y como loco lindo voy y abro otros.
R: Sésé, satamente. Tuve una vez una familia, pero tuvieron el descaro de no soportar una bromita que les hice. No me hablaban más! Si hasta les decía "Vamos! Díganmé conchita ahora!", y no me contestaban! Que lo tiró. Varias veces, lo tiró.
G: Y bué, hay gente que no se banca nada. No son todos como usté, conchita.
R: Mmm... Me esperás, que voy a buscar una cosita a la parra y vengo?
G: Ehhhh, no.... mire, Ricardo, me tengo que ir.
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Y ahí salí rajando porque me se hacía tarde.
El GordenBlog agradece a Conchita y a hombres como él que dejan huella..... una huella así de grande en el pecho de una que otra vieja.
Un saludo al Doctorazo. Y me despido pensando en el exquisito detalle del compañero Ricardo. El digno broche de oro creativo de dejar a la suegra para el postre...
Una delicadeza, verdaderamente. Y si además se pone a pensar la parsimonia con que la habrá mirado, esa posible sonrisita de hombre al fin libre y la carga del cartucho travieso que se abrió camino a través de la suegra. Una obra de arte contemporánio escopetil.
Y.... me decían "conchita" ajjajajajajjaa jajajajjajajajjaa jajajajjaa Ahora pregunto: ¿el destino de estas mujeres habría sido otro, si en vez de conchita le decian "cantimplorita"?
Me imagino al odontologo podando la parra y me rio mucho, debe ser que ando con sensibilidad pulmonar.
Arrumaco hecho cariñosamente por Anónimo : 9:12 p. m.
Estimado amigo, por favor mandele un saludo al Odontólogo, y digale que ya me llegaron los cartuchos de Remington nuevos y tengo en oferta una mira láser que vino con una fallita.
Cuentan los que saben, que el Doctorazo escuchó el "Cantimplorita", seguido de risas varias a granel y advirtió que la hora había llegado. También dicen que llenó de agujeritos a su mujer y a sus hijas y que se dispuso a dar una vuelta por ahí. Y dice la leyenda que el Bobby, sabueso criado por su mujer pero macho al fin, se atravesó en su camino. Que se puso en posición de perro de caza señalando presa, con tres patas firmemente apoyadas en el piso y la cuarta señalando hacia adelante, alineada con su mandíbula perruna adelantada y apuntadora y le ladró oportuno: -La Vieja, Tordo. Falta la Vieja...
Creo fervientemente que estas mujeres aùn vivirian o al menos no hubiesen muerto de esta forma si lo llamaban al doctor "cantimplorita", a lo sumo el odontologo habria pensado "están locas" y nada más, endemientras el poderoso matriarcado se regocijaba entre sonrisas cómplices. Vaya que es bizarro el hecho de que el doctor escondiera su escopeta arriba de la parra, jajjajajajajjajajajjaa. Espero que mi colega nunca haya sido paciente de él, ni vecina.
Arrumaco hecho cariñosamente por Anónimo : 5:26 p. m.
ahora que ya figuré, paso a pedir disculpas por la indiscrecion cometida en el post anterior, que con una inocencia rayando lo idiota olvidé omitir. mas alla de eso... que grande el tordo! yo era muy pibe cuando pasó eso, pero entuavia me acuerdo. el chabon miro mucho matrix y se la agarró con la familia... una masa
Arrumaco hecho cariñosamente por Anónimo : 5:35 p. m.
Querido Erip
No se haga problema, señorete! No hizo mal en publicar a diestra y siniestra nuestro affaire; no pida disculpas, hombre! Mejor así, que el mundo se entere de que Rambonarda ahora es la que insufla fuego en mis aurículas y ventrículos. Que lo tiró, me ensalió mas romantico que a Stephen Hawking.
Ahá...habreis notado que la ciudad de las diagonales no sólo ofrece gente idiota como yo, sino asesinos con cara de tío bueno. He de confesar que el dr Richard me causa mucho miedo, casi tanto como el que me causa Federico Pippo. Nada mas, quería decir eso...